Parece algo bastante tonto señalar aquí que la juventud goza de las mayores cargas de sensualidad, ya que por lo general es en esa edad cuando nuestro físico se encuentra en la plena flor de la vida. No hay duda de que uno y una desea gozar con gente joven, de cuerpos perfectos a poder ser, y últimamente, muy bien trabajados, porque gracias a la fama que han adquirido los gimnasios, cada vez más jovencitas aparecen por allí para ir poniéndose en forma ya desde momentos muy tempranos de sus vidas. Pero tampoco importa si algunas de ellas no son precisamente un despliegue de belleza y perfección: indudablemente, los hombres nos sentimos atraídos por las chicas jóvenes mucho más que por mujeres maduras, aunque por supuestas de estas últimas también se podría hablar mucho, largo y tendido.
Pero, ¿también es así en el caso de las jovencitas lesbianas? Pues al parecer, la preferencia sexual no marca ninguna preferencia. En verdad, si tenemos en cuenta los gustos heteresexuales de los varones en edad adulta, y nos fijamos también en sus rutinas al ver porno online, descubrimos que eso de ver a dos mujeres montándoselo entre ellas es algo que tiene bastantes adeptos. El sexo lésbico tiene muchos seguidores, y no precisamente son mujeres homosexuales, sino que, como digo, la gran mayoría son varones, y que además se declaran apasionados de las curvas y cuerpos femeninos; sin embargo, el morbo de ver a dos tías en acción la una con la otra, es algo que excita bastante a estos hombres, y claramente se decantan por ver videos de tortilleras jovencitas, antes de de otras de cierta edad.
Supongo que en realidad nunca podremos deshacernos del todo de ciertos principios machistas, o al menos no tan pronto como querríamos, y cuando vemos una escena de lesbianas cercanas a la veintena, quizá se nos viene a la mente lo viciosas que deben ser esas chicas para comerle la boca a otra, o cómo nos gustaría poder follar con alguna de ellas y demostrarle lo bien que viene una polla para el sexo, y que se deje de tonterías de andar con otras… No sé bien, quizá nos fascinan las mujeres que buscan placer de otras formas que no simplemente al lado de un hombre, y que son capaces de conocer su cuerpo tan a la perfección que en la búsqueda del placer no les importa los «quiénes», sino decididamente los «qué».
Así que el consejo es claro para las jovencitas, sean lesbianas o no: aprovechad los años mozos para desplegar todo vuestro potencial erótico y sensual, pues aunque haya un momento de cierta madurez en que también se os puede considerar irresistibles, el apostar por la juventud siempre es una carta segura.